viernes, 30 de agosto de 2013

Cap.31.-



¡Qué coñazo de mañana! De una clase a otra, de salón en salón, perdí la cuenta de todas las veces que me perdí. Por no hablar del numerito de esta mañana con Thomas nada más empezar y terminando por el nuevo flechazo de Noelia. Todo eran problemas. Si no fuera porque aun tenía que hablar con alguien me tiraría desde la azotea del edificio ahora mismo.

- Oye Meli ¿estás bien?-pregunto Carlota interrumpiendo mis pensamientos.
- Perfecta ¿no lo ves?- conteste sarcástica.
- Bueno, si quieres hablar ya sabes que...
- Si, Aya, ya lo sé, seréis las primeras en saberlo.- "No tengo a nadie más" pensé con un toque de ironía.- Id yendo a casa, yo tengo algo que hacer antes.- asintieron y giraron en dirección opuesta en la mía.

Me coloque bien la bandolera sujetando mis libros y yendo por otro camino pasando por el aparcamiento de la universidad. Ahí estaba. El coche de los chicos arranco y el siguió su camino solo. Sin pensármelo dos veces comencé a andar detrás aligerando el paso para alcanzarlo. El semáforo se puso en rojo impidiéndome cruzar a tiempo por lo que lo perdí de vista. Me salte el tráfico, a punto de ser arrollada por un tráiler de carga y corrí calle abajo buscándolo. Pero ya era tarde. No estaba. Hoy el universo parece estar en mi contra.

- ¡Mierda!- maldije en voz alta.

Entonces lo oí, supuse que era él. Estaba cantando y ese timbre de voz tan agudo solo puede ser el suyo. Corrí guiándome por el sonido de su voz hasta que lo vi doblando la esquina. Me acerqué deprisa gritando su nombre, pero por algún motivo no me escuchaba. 

Llegue jadeante hasta quedarme a unos centímetros de él y fue entonces cuando le di unos toquecitos en el hombro sobresaltándolo y haciendo que se girara deprisa.

- ¿Qu... que quieres...?

Y lo bese. No sé cómo, ni tampoco por qué, pero había algo dentro de mí que me empujo a hacerlo, a besarlo, a besarlo como si no hubiera mañana.



*Narra Carlota*
Llegamos a casa y después de comer se fue cada una a su cuarto. Meli aun no había llegado, pero tampoco le di mucha importancia. Cogí mi libro de “Sherlock Holmes” y me tumbé sobre mi cama. No había nada mejor que mi queridísimo Sherlock, ¿o sí? Iba a cambiar de página cuando justo me sonó el teléfono. Coloqué el marca-páginas y atendí.

- ¿Si?
- Lottie soy Harry.- me levanté como un resorte y empecé a saltar y bailar por la habitación.
- ¿Carlota?
- Emm…- carraspeé y contesté.- Dime Harold.
- ¿Te apetecería venir conmigo a pasear?
- ¡Claro! No tengo nada mejor que hacer.
- Genial, pues te espero en tu puerta en cinco minutos.
- Perfecto…

En cuanto colgué tire el teléfono sobre la cama y comencé a desvestirme para ponerme otra cosa. Cambié la falda por unos pitillos oscuros y la blusa por un jersey grueso de lana, me coloqué las botas y me até una bufanda al cuello. Lista. Bajé corriendo escaleras abajo sin despedirme de nadie.

- ¡Harry!- salté a sus brazos besándolo.- Te eché de menos…- puse morritos juntando nuestras narices.
- Y yo a ti pequeña.- besó mi frente y me cogió la mano llevándome hasta su coche.
- ¿A dónde iremos?
- ¿Te apetece conocer el lugar donde nací?- asentí.- Son tres horas de viaje.- abrí los ojos pero al momento me encogí de hombros.
- No me importa, quiero saberlo todo sobre ti Styles.- le di un tierno beso y me abroché el cinturón.- Lista.
- ¡Bien, próxima parada, Holmes Chapel!
*Fin de la narración*

sábado, 24 de agosto de 2013

Cap.30.-



No podía creerme a quien tenía delante muchos no lo saben pero era uno de mis tantos fichajes, cuando lo vi en “Hermandad de sangre” me quedé prendada y ahora que lo veo en persona es muchísimo más guapo. ¡Oh dios mío! ¿Me está mirando? ¡Me está mirando! Claro, como no me va a mirar si acabo de gritar su nombre.

-Pe... Perdón.- en seguida me sonroje al ver como todos me miraban.
- Tranquila.- sonrió el abiertamente.- ¿Cómo te llamas?
- No... Noelia.- ¡Oh vamos, no empieces a tartamudear ahora!

El me sonrió tiernamente mientras las chicas me miraban confusas o como si estuviera haciendo algo mal. Ni idea. Ya se les pasaría. La clase paso demasiado rápido para mi gusto. No quería volver ya a casa. Pero Carlota y Melissa tiraron de mí fuera del aula rápidamente.

- Adiós profe.- me despedí y el sonrió.

Cuando ya estábamos fuera las niñas se me quedaron mirando susceptivamente. Lottie y Meli tenían los brazos en jarra mientras daban golpes en el suelo con su pie. Lía fue la primera en hablar.

- Adiós profe.- imito con un agudo timbre de voz mirándome mal.- ¿En serio Noelia? ¿Te tengo que recordar que tienes novio?
- ¿Y?- conteste encogiéndome de hombros.
- ¿Como que "¿y?" Noelia?- me reprocho Carlota.- No puedes ir flirteando por ahí con cualquiera.
- No es cualquiera, ¡es Matt Lanter! Por Dios, ¿le habéis visto?
- ¡Noelia, recapacita! Debe de tener unos treinta años.
- Los tiene...
- ¡Que me da igual!-grito Melissa.- ¡No puedes flirtear con un famoso de cuarta, con canas hasta en los huevos, que te lleva doce años, es tu profesor y aun encima tienes novio!
- Ya lo sé, además, no tengo pensado hacer nada con el profe.- a lo lejos vi acercarse a los chicos con Aya.
- Mas te vale.- me amenazo Lía con el  dedo índice antes de apartarse.- ¡Hola chicos! ¿Qué tal tu clase de diseño Aya?

*Narra Louis*
Después de acabar el primer día de universidad estaba agotado, tenía hambre y ni en una sola clase logre coincidir con Melissa.

- Oye Louis, estás muy callado hoy.- dijo Zayn pasándome un brazo por los hombros.- ¿Qué te pasa?
- Nada.- suspire.- Tengo hambre, eso es todo.- los chicos se dieron la vuelta para mirarme pero no dijeron nada.
- Montad.- índico Liam cuando llegamos a su coche.
- Paso, prefiero ir andando.
- ¿Seguro que estas bien Louis?- volvió a preguntarme Harry. A lo que solamente asentí para dar media vuelta.

Los chicos arrancaron detrás de mí y yo seguí mi camino. Me puse los cascos del móvil y lo guarde en el bolsillo dejando mis manos calentarse en ellos. Estaba tan metido en mi mismo que empecé a cantar sin darme cuenta. Me gustaba hacerlo.

Estaba doblando la esquina para entrar en el barrio cuando una mano se poso sobre mi hombro sobresaltándome.

- ¿Qu... que quieres...?

martes, 20 de agosto de 2013

Cap.29.-



Llegamos a la puerta de la uni casi corriendo, en cuanto las niñas vieron a los chicos tuvieron un... apasionado encuentro, los tentáculos de Malik rodeaba con sus brazos a Lia como si fuera Gollum con el Anillo de Poder besándola a la vez como si fuera una víbora hambrienta y Niall, Niall era el "normal" si se le puede decir normal a dar besos por toda la cara dejando manchas de batido de chocolate por la cara de Noe. Aya y yo saludamos a Harry con dos besos.

Louis se me quedo mirando detenidamente un rato, aun lo odiaba, o eso quería creer yo, lo que me dijo la última vez que nos vimos me dolió, me dolió mucho, desde entonces no se ha dignado ni siquiera a pedirme disculpas, aun que por otro lado yo también había sido algo cruel. Me iba a acercar a él cuando unas manos se posaron sobre mis ojos tapándome la vista.

- ¿Quién soy?- esa voz.

Di un salto del susto y cuando me quite sus manos de los ojos Louis se había ido. Me gire bruscamente y le di una sonora bofetada, como la que le tuve que haber dado ese día...

- ¡Aléjate de mi!
- ¿Pero qué te pasa? ¿Qué te he hecho?
- Pues no se... ¿te parece poco casi ahogarme con tu lengua bífida el otro día? Además de que yo no quería...- agache la cabeza al final de la frase.- Eres mi amigo Thomas, solo, mi amigo.- aclare, recalcando el "solo".
- Pero...
- No, lo siento, pero si no puedes aceptar eso, será... será mejor que no seamos más amigos.- me dolió decir eso ultimo.

Me dolió más que nada, el siempre había sido mi mejor amigo pero... como decía mi padre: "Un chico y una chica no pueden ser solo amigos, uno de los dos siempre querrá algo mas" y ahora me daba cuenta de que tenia razón.

Me di media vuelta y entre en el interior de la institución abrazada a mis cosas.

*Narra Noelia*
Entramos todos en el salón de la primera clase esperando a que empezara. Un señor regordete entro en la clase con gracia, se lo notaba nervioso, tendría tranquilamente unos cincuenta años y una calva brillante como una bola de cristal, vestía un simpático chaleco de rombos marrón y una especie de pantalones pesqueros verdosos, mocasines marrones gastados y un tembloroso maletín se balanceaba bajo sus brazos. ¿Ese sería el que nos enseñaría dibujo técnico? Dudo que sea capaz de mantener quieto un lápiz más de dos segundos, parece tener un extraño tic. En ese momento irrumpieron en la sala Liam y Carlota bastante sonrientes y agitados.

- Perdone la tardanza.- se disculpo el respirando más tranquilo.
- Si, nosotros nos... Perdimos.- añadió Carlota. ¿Dónde estaban?
- N-no se pre-preoc-cupen, pu-pueden s-se-sentarse.- vaya, pero si es tartamudo.

La clase paso bastante rápida, apenas anote nada en mi libreta, no porque no hubiera hablado... si no porque para hablar sobre una sola cosa se tiro una hora, no es que me moleste que sea tartamudo, al contrario, así menos materia entrara en los exámenes ¿no?

La mañana en general fue bastante animada, conocimos las clases y bastantes compañeros. Ahora nos tocaba a mí y a las chicas ir a la clase de arte dramático en el salón de teatro. Estaba ansiosa, es mi asignatura preferida y como soy demasiado tímida eso me ayuda a liberarme más. Solo éramos ocho alumnos, Melissa, Carlota, Lia y yo junto con cuatro chicos más... Estábamos todos hablando sobre nuestra mañana y escuchando a Carlota como nos explicaba que Liam le obligó a hacerse el test delante de el y que dio negativo. He ahí su tardanza, cuando alguien carraspea tras nosotros. Cuando nos giramos creo que a todos, o al menos si a mí, se nos quedo la boca abierta y nos cara de paspar moscas.

- ¡Buenos días!-saludó el sonriente.- seré vuestro profesor de arte dramático, bueno, profesor, ayudante, estoy aquí creo que para aprender más yo que vosotros.
- Pe... Pero tu... ¡Eres Matt Lanter!

lunes, 19 de agosto de 2013

Cap.28.-



*Narra Aya*

El irritante sonido del despertador sonaba por quinta vez, que pereza llevaba encima, no me apetecía nada ir a la uni, total, es solo el primer día, ¿no? Pues eso, que no voy, que yo de esta cama no me muevo.

- ¡Aya! ¡Arriba, levántate, hoy empiezan las clases!

Melissa entro de golpe en mi cuarto, gritando como siempre. Me puse la almohada sobre la cabeza para intentar no oírla, pero es imposible, con esos gritos que pega la oyen hasta los vecinos.

- ¡Oh por Dios, cállate!-le tire un oso de peluche que tenia al lado y me volví a recostar boca abajo.
- Nada, que no hay caso Lía, no se levanta.
- Ahora vera.- las escuche murmurar detrás de mí.

Al momento deje de oírlas, y me relaje sobre la cama estirándome a más no poder por toda la superficie. De repente mi equipo de música empezó a retumbar a todo volumen por la habitación y del susto pegue un grito seguido de un salto fuera de la cama para ir a apagarlo. Bufe por el camino, iba a bajar a desayunar, pero mi vagancia me pudo y deseche esa idea mientras me volvía a acostar. ¡ZAS! Alguien me dio un cachete en el culo, sentía como la sangre se me empezaba a  acumular ahí y me picaba del dolor.

-¡Noelia, joder!
- Levántate.- reía maliciosa.- Liam te está esperando abajo.
¿Liam? ¿Mi Liam? ¿Mi amor? Me levante de nuevo y me vestí lo mas rápido que pude, me acicale el pelo y me arregle un poco para bajar a toda velocidad a la cocina.
- ¡Buenos diaaaa...!- todas se empezaron a reír.- ¿Donde está Liam?
- En su casa desayunando, seguramente.

Las mire mal a todas y me senté en una de las esquinas de la mesa.

- ¿Y Lottie?- pregunto de repente Melissa, la verdad es que no estaba, ni siquiera la había oído.
- Habrá salido antes...- Lía se encogió de hombros y siguió comiendo tranquilamente.

*Narra Carlota*
Vaya cara me dedico la farmacéutica cuando le pedí el test de embarazo. Salí de allí lo más deprisa que pude, con la pequeña cajita en la mano. ¿Y ahora a donde iba?  Sin quererlo mis pies comenzaron a moverse y acabe frente a la puerta de la casa de los chicos, eran las ocho menos veinte y las clases empezaban a en punto. ¿Qué hago? ¿Estará en casa? ¿Se habrá ido ya? Todavía no sabía nada... Me senté en su porche a esperar a que salieran y la puerta se abrió detrás de mí, gire mi cabeza rápidamente y tras ella apareció Liam.

- Oh... eres tú...
- ¿Qué haces aquí?
- Esto, yo... estaba esperando a Harry.
- Ya salió, él y los chicos salieron antes.- Mierda, si me hubiera apurado. Torcí el gesto en una mueca de desilusión.- ¿Paso algo Carlota?- pregunto sentándose a mi lado.
- Si... bueno no.
- ¿Si o no?- estaba confuso.
- No, nada, no paso nada, gracias Liam.

Me puse en pie cogiendo mi mochila dispuesta a irme cuando Liam me detuvo sujetándome la muñeca.

- ¿Que llevas en la mano?- me puse blanca y abrí los ojos como platos soltándome de su agarre y llevándome la mano tras la espalda.
- No... No es nada.- tartamudee.
- Carlota...

Saque mi mano de detrás de mi espalda entregándole la caja en la mano, su cara fue de una abrumadora sorpresa, empezaron a llenárseme los ojos de lagrimas y ni siquiera sabía por qué. Mire vacilante entre Liam y la caja a punto de estallar en llanto. Los brazos de Liam me rodearon dándome un fuerte abrazo mientras acariciaba cariñosamente mi cabeza.

- Todo va a estar bien, ¿vale? No te preocupes... ¿Harry lo sabe? ¿Sabe que estas embarazada?
- No Liam... es que todavía no, no hice la prueba.
- ¿Y a qué esperas? Aquí dando vueltas sin hacer nada con un test en la mano, ¿lo sacas de paseo a caso?- lo mire divertida.- no, así que venga.
- ¿Venga qué?
- ¡Venga, que lo hagas! Sube al baño, vamos, vamos...

Liam me abrió la puerta de su casa y me obligo a encerrarme en el baño y que no saldría hasta que no tuviera los resultados. El se quedo con la caja mientras yo esperaba apoyada en el lavabo. Al cabo de un rato salí con él en la mano. Liam me lo quito, sin asco ni nada y se puso a leer mientras miraba el cacharro. Bajo la mirada tirando el utensilio y el papel a la basura y mirándome fijamente.

- Li...Liam... ¿Qué ponía?




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Lo sé, lo sé, es demasiado corto, pero es que no se me ocurría mas y hoy quería subiros un capítulo, mañana subiré otro. I PROMISSE THAT! 

Besiitoos *-*