Cap. 24.-

Lía no respondía y a mi estaba empezando a dolerme la cabeza así que me fui de ahí. Seguro que un café me sentaría bien. Me dirigí hacia la cafetería de ese hospital y después de pedir me senté en la mesa mas apartada que había. Revolvía el azúcar del café con parsimonia mientras jugaba con mis dedos sobre la mesa.

- ¿Puedo sentarme?- alcé la vista y me topé a Louis con una sonrisa… ¿triste? en la cara.

- Haz lo que quieras.- me limité a decir mientas me encogía de hombros.

- ¿Estás bien?- lo miré enarcando las cejas irónicamente ¿estará de broma no?

- ¿Tu qué crees?- le di un trago al café y proseguí.- si vas a quedarte aquí intentando entablar una conversación estúpida conmigo ya puedes irte, en serio, agotas mi paciencia.

- La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces…- eso solía decírmelo mi padre. Sonreí ante el comentario.- Me has sonreído.

- Si, ¿y?- movió la cabeza hacia los lados y sonrió.

- Venía a decirte que ya dejan entrar en la habitación para ver a Noelia…- negué con la cabeza.- ¿No piensas ir?

- No puedo…- empezaron a llenárseme los ojos de lágrimas.- No puedo verla…

- No llores…- se levantó de la silla agachándose a mi lado y cogiéndome las manos.- No llores ¿vale? Vamos, tienes que ir a verla, seguro que eso te sentará mejor… bébete el café, con tranquilidad, luego vamos a verla, no hay prisa, pero seguro que eso te sentaría mejor.- asentí limpiándome las lágrimas con la manga de la camisa y me acabé el café.- ¿Vamos?

- Si…- suspiré poniéndome de pie.- Louis…

- Dime.

- Gracias.- sonrió giñándome un ojo y fuimos juntos hasta la habitación de Noelia.

*Narra Noelia*

Abrí los ojos lentamente y una potente luz incidió directamente en mis ojos imposibilitándome la vista, volví a cerrarlos y me los froté con cuidado, me dolían los brazos, apenas podía moverme. Cuando los volví a abrir lo primero que vi fueron las copas de los árboles ¿Dónde estaba? Miré a mí alrededor, me encontraba sobre una cama en medio de un bosque, sola. No sabía que estaba pasando, no sabía que hacía allí. Sentí unas cosquillas en mis pies, los tenía metidos en un charco de agua que rodeaba la cama. Intenté incorporarme lentamente. Me dolía todo el cuerpo, tenía magulladuras en los brazos y piernas. Lo último que recuerdo es haberme caído por las escaleras en casa. No sé que estoy haciendo aquí… Me senté con los pies aun en el agua, llevándome una mano a la frente, me dolía la cabeza, no entendía nada. Sin quererlo empecé a llorar. Una lágrima cayó sobre el charco haciendo un ruido bastante fuerte y empecé a oír voces. No. Una sola voz… Niall.

- Noelia por favor, tienes que despertarte, estamos todos aquí esperándote.- sonaba como un eco retumbando desde unas montañas lejanas.- Yo sé que tú eres fuerte y saldrás de esta.- otra lágrima cayó sobre el agua y se oyeron otras voces.

- Te… te tienes que despertar Noe… ¿Quién se comerá mis pastelitos si no?- sollozaba Carlota.

- Aun tienes mi libro… y espero que me lo devuelvas ¡Maldita sea Noe!- Aya… ¿acababa de gritarme? Ella nunca me grita, estaba llorando…

- Que sepas que no pienso dejar que te quedes postrada en esa cama para siempre ¿me oyes? Yo sé que me oyes…- Melissa empezó a llorar.- Aun tenemos que ver toda la saga de Harry Potter juntas, me lo prometiste…- la oí sorber los mocos mientras seguía llorando.

- En cuanto te despiertes nos iremos de fiesta ¿vale? En parejas, será más divertido, tú con Niall y yo con Zayn ¿Qué te parece? Tengo tantas cosas que contarte amiga… necesito que te pongas bien pronto.- ¿Lía?

Los oía, podía oírlos. Intenté hablar pero mis labios no articulaban palabra, los demás seguían hablándome sus voces sonaban tan desesperadas… No podía hablarles, me sentía tan mal, tan impotente. Las lágrimas seguían cayendo mientras chapoteaba en el agua de la rabia. Me tiré al suelo con la cabeza entre las rodillas tirándome de los pelos… ¿Qué estaba pasándome?

*Fin de la narración*