*Narra Noelia*
Uhm… ¡Qué
maravilla! Esa mañana me levante perfecta, llena de vitalidad y energía,
incluso tenía ganas de limpiar. Me desperecé y miré el reloj de mi mesilla, ¡Vaya!
Esto sí es impresionante, son solo las nueve de la mañana. Me destapé
poniéndome rápidamente en pie y fui trotando hasta la cocina para hacer el
desayuno. Aun estaba molesta con Lía por lo que pasó anoche, pero Meli tenía
razón, me había pasado…
Les preparé a
cada una su desayuno favorito y llené la mesa del comedor con delicias de todo
tipo. Decidí sentarme en el sofá a ver la tele mientras dejaba que pasara el
tiempo pero como me aburría tanto decidí que hoy las tareas de la casa las
haría yo, así que cogí la escoba y barrí toda la casa, de arriba abajo, recogí,
limpié el polvo, fregué… Terminé en el piso de arriba con la fregona en la mano
y contenta del resultado que me había quedado, justo cuando iba a bajar las escaleras
me resbalé. Me golpeé todo el cuerpo, la cabeza me chocó varias veces contra la
pared y creo que me torcí el tobillo.
- A... au…
aah.- gemí de dolor tirada en el suelo al final de las escaleras. No podía
ponerme en pie, el brazo que menos me dolía lo usé para apoyarme sobre la
estantería que tenía al lado, pero algo fallo y vi como toda ella junto con un
montón de libros se me venían encima.
*Narra Aya*
Estaba en un
maravilloso y profundo sueño cuando oí un estruendo procedente del piso de
abajo. En seguida me levanté y fui a ver qué pasaba.
- ¡Aaaah!-
grité desesperada llevándome las manos a la boca y corriendo escaleras abajo.-
¡Noelia, Noelia, despierta por favor, despierta!- pero no respondía, ni
siquiera se movía.
- ¿Qué ha
pasad…? ¡Oh Dios mío!- Melissa fue a llamar a las demás y casi en shock bajaron
a ayudar.
- ¡Quitadle
ya esa maldita librería de encima!- gritó Lía.- ¡es culpa tuya Carlota! Tú y
tus estúpidos libros.
- No es culpa
mía que haya pasado esto.- se defendió ella entre sollozos comenzando así una
pelea.
- ¡Que os
calléis de una maldita vez!- gritó Melissa.- No es culpa de nadie, ¿vale? Ahora
por el amor de Dios llamad a una maldita ambulancia. Aya, no le muevas la
cabeza, podría provocarle un derrame o algo…
Asentí y me
aparté asustada ayudando a levantarle la estantería de encima. Lía llamaba
desesperada a una ambulancia, todas estábamos afectadas por lo que había pasado
y no sabíamos que hacer. Era nuestra pequeña, ¿y si se moría?
*Narra Niall*
Salí al
jardín a recoger el correo cuando una ambulancia pasó a toda prisa hasta parar
justo delante de la casa de Noelia. Un momento, ¡¿La ambulancia?!
- ¡Chicos!-
los llamé gritando y en seguida salieron.
- ¿Qué pasa
Niall?- me preguntó Liam, pero antes de contestarle ya salí corriendo.
Algo no iba
bien en aquella casa y no me iba a quedar esperando y mirando desde lejos, los
chicos me siguieron y en seguida se dieron cuenta como yo de que estaba pasando
algo. Pronto vi salir a los de urgencias con una de las niñas en la camilla, no
le pude ver la cara por todos los tubos que le conectaron. Empezaron a salir
todas de la casa, yo solo rezaba para que a Noelia no le hubiera pasado nada…
Lía, Carlota, Melissa, Aya… Y nadie más.
- ¡Dios!
¡Noelia, Noelia!- corrí hacia la ambulancia esperando a que me dejaran subir.-
¡Déjenme subir por favor, soy su… soy su novio!
Uno de los
enfermeros me abrió la puerta trasera y no dudé en montarme ni un momento. Me
acerqué a ella, estaba pálida, conectada a un monitor y una mascarilla de oxígeno
ocupándole media cara. No podía verla así, no, era demasiado. Coloqué mi mano
en su mejilla y con la otra mano sujete una de las suyas.
- Te pondrás
bien cielo, te lo prometo, te pondrás bien.- besé su frente y no me moví de su
lado hasta llegar al hospital.
*Fin de la narración*
Se llevaron a
Noe al hospital más cercano de la zona. Mientras Niall subía en la ambulancia
los demás chicos se acercaron corriendo a nosotras.
- ¡Harry!-
gritó Carlota llorando y saltando sobre sus brazos. El la abrazó y acariciándole
el pelo la acurrucó contra él.
- ¿Qué ha
pasado?- preguntó Liam preocupado abrazando y consolando a Aya.
Se lo conté
todo tranquilamente mientras se quedaban perplejos, Louis se estaba acercando a
mi cuando apareció Zayn subido a su moto con Lía detrás.
- ¿A que estáis
esperando?- gritó esta.- Nuestra mejor amiga está en el hospital, ¿y vosotras
aquí de parloteo?
Lía tenía
razón, pero nosotras no teníamos coche. En ese momento Louis cogió mi mano
tirando de mí y llamando a los chicos para que nos siguieran, abrió la puerta
del garaje dejando ver un enorme coche de siete plazas dentro, subimos a toda
prisa en él y nos dirigimos al hospital.
Cuando
llegamos no nos hizo ni falta preguntar en recepción, Niall estaba en el
pasillo de la sala de espera dando vueltas con un café en la mano como un loco.
- ¡Niall!-
gritamos al unísono. Este se giró deprisa dejándonos ver su cara de preocupación.
- ¡Hace más
de diez minutos que entraron ahí dentro y todavía no ha salido nadie! ¿Qué es
lo que ha pasado?- preguntaba desesperado sin dejar de moverse, justo cuando
íbamos a contárselo salió un doctor a la sala y corrimos hacia él.
- ¡Doctor,
doctor! ¿Qué es lo que le pasa? ¿Qué tiene? ¿Está bien?
- Lo siento
chicos, vuestra amiga está en coma.
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