Una vez sonó
el timbre las niñas volvieron a bajar al salón. Noe bajo mirando con desaprobación
a Lía, pero fue a abrir la puerta. Carlota, Lía y yo nos quedamos en el salón mirándonos
interrogativas y la verdad es que yo no tenía muchas ganas de animar a nadie,
la discusión con Louis me había puesto de mal humor. Carlota era la única feliz
en casa, hasta tal vez que a veces daba saltitos de felicidad.
-Es para ti, Lía.-
dijo Noelia volviendo al salón, regodeándose en la frase. Parecía mucho más
contenta que cuando se había ido, tenía una extraña sonrisa que no me gustaba
nada.
Tras ella
venia Alex y al momento lo entendí. Parecía avergonzado, no se atrevía a
mirarnos a la cara. Lía, que hasta aquel momento estuvo sentada en el sofá, con
cara de pocos amigos, se levanto y fue directamente hacia él. Noe se aparto y
se cruzo de brazos junto a la pared, mirándolos alternativamente con atención,
como si no quisiera perder detalle. Todos nos quedamos en silencio, se podía
hasta oír como Alex tragaba saliva.
-Lo siento
mucho Lía.- hablo Alex en voz muy baja. Compungido.
-¡¿Que lo
sientes?!-grito ella.- ¡Me dejaste tirada! Me llevaron a comisaria ¿sabías?
-Lo siento,
en serio. ¡Creía que venias detrás de mi, de verdad! Tuve miedo cuando entro la
policía y salí corriendo.- explico atropelladamente.- No quería dejarte...
-Pero te
fuiste.- interrumpió ella.- Eres un capullo, eso no se le hace a nadie. ¡Mucho
menos a tu novia!
- ¡También me
pudieron coger a mí, Lía! Yo... estuve buscándote horas cuando vi que no
estabas. Al final me dijeron a que comisarias se llevaron a los manifestantes y
me recorrí las tres pero tú no estabas. Por eso vine aquí ahora. Perdóname, por
favor...
Alex parecía
desesperado, a punto de caer de rodillas delante de Lía. Me dio tanta pena...
pobrecillo, él la estuvo buscando, pero comí Zayn la había traído, el no tuvo
oportunidad. Lía lo había juzgado mal, eso seguro. Alex la quería mucho. Pero
entonces hablo Noelia y termino de liarlo todo.
-¿Por qué no le
cuentas quien te trajo a casa, Lía?-dijo sin separarse de la pared, con una
sonrisa torcida.- Alex ya ha pedido perdón, ahora te toca a ti.
Lía la miro
con odio. Carlota y yo prestábamos atención a todo. Por una parte yo entendía a
Noelia, Lía tenía que disculparse también con Alex. No valía humillarlo así
cuando ella había echo algo peor. Pero por otra parte Noelia ya tenía que estar
muy enfadada para proponer algo así.
-¿Quien fue a
buscarte?-pregunto el confundido.
-Mi
vecino...-respondió Lía bajando la cabeza. Ya no estaba enfadada, no gritaba.
-¿Tu vecino?
Pero... no lo entiendo... ¿cómo se entero? El... y tu...- Alex balbuceaba.
Supongo que intentando no sacar conclusiones precipitadas.
-Estaba
enfadada contigo, Alex. Me fue a recoger, pago la fianza y me trajo a casa...
y...
-¿Y te
enrollaste con él, no?- Lía asintió y no dijo nada mas.-Hay que ser muy...-empezó
Alex, pero se tranquilizo y paro.- no me puedo creer que me hicieras eso. Sé
que he hecho mal marchándome sin ti, pero esto ya es demasiado castigo ¿no
crees?
-No lo pensé
Alex... fue algo raro, pero...
-Ya, ya... déjalo
¿si? Ya veo que no pinto nada más aquí. Ni aquí... ni en tu vida.
Me di cuenta
de que estaba llorando. Se limpio las lágrimas con la manga de la camisa. Con
rabia. Se dio la vuelta y sin despedirse, agachando la cabeza, salió de casa.
Esta vez sí, se escucho un portazo. Lía no lloraba, tenía la cara tensa, mezclada
con una expresión de alivio y tristeza.
-Ni una
palabra.- amenazo ella subiendo a su cuarto.
Noelia, que hasta ese momento parecía haber estado disfrutando, se fue a la cocina.
Noelia, que hasta ese momento parecía haber estado disfrutando, se fue a la cocina.
Eche un rápido
vistazo a Carlota, esta se encogió de hombros, sin saber que decir y subió detrás
de Lía.
-Te pasaste
un poco ¿no?-le dije a Noe, intentando que se arrepintiera.
-Se lo merecía,
¿o me vas a decir que no?- siguió caminando hasta la nevera donde cogió un
yogur. No podía decir que no, sabía que tenía razón.
-De todos
modos…- empezó a sonar mi teléfono y no pude seguir con la reprimenda a Noelia.
Esta se escabulló y subió a su habitación.- ¿Diga?
-¿Melissa?
-¡¿Thomas?! ¿Por
qué te fuiste? ¿Dónde fuiste? ¿Estás bien?
-Hola... Si,
estoy bien, es que eso era un tema tuyo y de tu… ¿vecino? Estoy en casa.
-¡Si, si,
solo vecino! Dios, me tenías preocupada…
-¿En serio?-
su voz cogió un pequeño tono de sorpresa, podía oír su sonrisa desde el otro
lado del teléfono.
-¡Pues claro
mazapán!- reímos.
-¿Mañana te
apetece volver al lago...? No pudimos verlo todo, y no sacaste fotos, y…
-Claro que
podemos volver.- sonreí.
-¡Genial!
Mañana a las 11:00 me paso por tu casa
-Perfecto…
bueno, me voy a dormir que estoy agotada… ha pasado una cosa que no te vas a…-no
pude terminar porque me interrumpió. De fondo se oyó un portazo y unos golpes.
-Mañana
hablamos, acaba de llegar Alex y esta como loco… Adiós, te quiero.- colgó.
-Y yo…-
¡Mierda Lía!
Fui a la
cocina a calentarme un poco de leche para poder dormir y subí a mi habitación después
de bebérmela. Antes de dormir estuve escribiendo un poco. Al rato me quedé
dormida…
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