*Narra Carlota*
- Bueno
Harry… ¿A dónde vamos nosotros?- dije aún sujeta a su cuello para no caer.
-
¿Tienes hambre?
-
Considerando que son las dos del mediodía… hombre, algo de hambre tengo.
- Bueno, pues
vamos a casa, comemos algo y luego…
- ¿Luego?
- Uhm… Te
podría llevar a una cala que está a una hora de aquí.
- ¿Al mar?
¿Con este frío? ¿Me quieres matar de una hipotermia?
- Carlota, ya
estamos en verano, a demás, no vamos a bañarnos, solo a dar un paseo.
- Está bien…
Ahora vamos que tengo hambre.
- ¿En tu casa
o en la mía?
- ¡Harry!-
grité dándole una colleja.
- Yo solo
preguntaba donde comemos… ¿Tan raro es?- sonrió con picardía.
- A la mía,
hoy cocino yo.
Dio un
pequeño saltito para colocarme bien sobre su espalda y me llevó así hasta casa,
Aya estaba sentada en el porche leyendo, estaba esperando a Liam para ir a no
sé donde con el… que cucos. Nosotros entramos y nos encontramos con Lía
haciendo la comida.
- Uhm… huele
que alimenta.- dijo Harry.
- Si.- rió.-
son champiñones con salsa de roquefort
- Joo Lía…
quería cocinar yo.
- Ahora ya es
tarde… Además, se que te encantan mis champiñones.- sonrió coqueta.
Harry se rió
y yo me encogí de hombros, si era un chiste no lo pillé. Servimos la mesa y
comimos con Lía, con calma, la verdad es que estaba muy rico. Sonó el teléfono
y se levantó a atender.
- Hay una
manifestación en el centro. Sobre los recortes en las escuelas públicas. Me lo
acaba de decir Alex.
- ¿Vas a ir?
- ¿Lo dudas?
Es mi primera manifestación en meses.
- Contrólate
por favor, ya sabes lo que pasó la última vez.
- Si, mamá…
Si pasa algo llamaré, llevo el móvil conmigo.- cogió su abrigo y se marchó
corriendo.
Ladeé la
cabeza de un lado a otro en desaprobación mientras Harry ponía cara de no
entender nada. Recogimos la mesa y después de descansar un poco la comida
mientras veíamos la tele nos fuimos. El viaje en coche se hizo corto y pronto
llegamos a la pequeña playa, no había ni un alma en ese sitio, pero era muy bonito,
la arena clara y fina, el mar estaba muy limpia, rodeada de unas cuantas
montañas, desérticas, no muy pobladas de vegetación, era un ligar muy bonito y
apaciguador. Harry estiró una toalla que sacó del coche sobre la arena para que
nos sentáramos.
- ¿Nos
bañamos?
- Me dijiste
que no nos bañaríamos, no traje el bikini y además hace frío.
-No hace frío,
eres una quejica.-se puso de pié y continuó hacia la orilla.
Se sacó la camisa y pude jurar que vi todo en cámara lenta. Tenía unos
perfectos abdominales, y los lucía increíblemente bien.- ¿Vienes?-sonrió ¿por
qué rayos tenía que ser tan jodidamente perfecto?
- Emm… pues…-tartamudeé
nerviosa.
- Vamos.-insistió
el.- solo será un rato y si te entra frío, sales.
- Harry, no.-
repliqué sacudiendo la cabeza.
- Bien,
quédate aquí mientras yo me baño.-me hizo pucheros.
- Esta
bien.-suspiré.- pero solo los pies.-sonrió y yo caminé hasta la orilla,
sacándome los zapatos. No sé por qué siempre cedo…
Él ya estaba
empapado, sumergiéndose en el agua una y otra vez.
Metí lentamente un pie para comprobar la temperatura y al notar que al agua no estaba helada, sumergí ambos. Harry se acercó a mí, todo mojado y me estrecho en sus brazos. Su sonrisa de pillo era encantadora, pero tenerlo semidesnudo abrazándome me paralizó entera.
Metí lentamente un pie para comprobar la temperatura y al notar que al agua no estaba helada, sumergí ambos. Harry se acercó a mí, todo mojado y me estrecho en sus brazos. Su sonrisa de pillo era encantadora, pero tenerlo semidesnudo abrazándome me paralizó entera.
- No vuelvas
a hacer eso Harry.-le ordené apuntándole con el dedo.- estás empapado
- Vamos.-me
abrazó mientras yo hacia mi mejor esfuerzo para que me suelte.- solo es
agua.-besó mi mejilla lentamente. Oh, mi madre…sus labios estaban helados, sentí
la frialdad de su boca y tuve unas inmensas ganas de que sus labios entren en
calor con los míos.- ¡Vamos!-exclamó cogiéndome en brazos. Levanté los pies
para no mojarme más, lo malo es que el bromeaba con que se caería y sentía que
seguramente en cualquier momento caeríamos de verdad.
- ¡Suéltame,
me voy a mojar! - exclamé. El problema es que el me tenía bien sujeta y si me
movía demasiado caeríamos.
- Con una
condición.-musitó él.
- ¿Cual?-sonreí
curiosa.
- Dame un
beso.-murmuró en mí oído, me quede paralizada ante su petición pero inmediatamente
me acerqué a su boca.
Choqué sus fríos
labios con los míos haciendo que se movieran juntos lentamente.
Lentamente Harry me bajó de su colo haciendo que quedara empapada de cintura para abajo casi no me di cuenta cuando sus manos estaban en mis caderas y yo sin prestar atención al agua, al frío que sentía recorriendo mi espina dorsal, o incluso a su cuerpo, enredé mis manos en su cuello, y proseguí besando sus labios. Me fui alejando lentamente de su irresistible boca y me mordí el labio inferior.
Lentamente Harry me bajó de su colo haciendo que quedara empapada de cintura para abajo casi no me di cuenta cuando sus manos estaban en mis caderas y yo sin prestar atención al agua, al frío que sentía recorriendo mi espina dorsal, o incluso a su cuerpo, enredé mis manos en su cuello, y proseguí besando sus labios. Me fui alejando lentamente de su irresistible boca y me mordí el labio inferior.
- Tengo
frío.-me estremecí.
- ¿Quieres un
abrazo? ¿Otro beso?-levantó una ceja.
- No.-reí tímida.-
quiero salir del agua.
- Está
bien.-suspiró dándose por vencido.-vamos, además, ya está empezando a
anochecer.- sonrió
Me cogió de
la mano llevándome hasta la toalla con la que luego me cubrió para que no
tuviera frío, frotando mis brazos con sus manos haciendo que entrara en calor.
Me rodeó con sus brazos y fuimos así hasta el coche. Sin decir una sola
palabra, robándome besos y sonrisas de camino a casa. Llegamos a casa y bajamos
del coche, me cogió de la mano para acompañarme hasta la puerta y se despidió
de mi con un cálido y lento beso.
- Mañana nos
vemos pequeña, que descanses.
- Hasta
mañana…- sonreí y en cuanto se giró le palmeé el trasero.
- Lo tuyo ya
es abuso.- rió y yo le lancé un beso que con teatralidad lo cogió en el aire
provocándome una risa…
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