domingo, 10 de marzo de 2013

Cap. 3.-



El lunes por la mañana temprano me vestí para ir de vuelta a clase, aunque siempre pensando en positivo y en que solo quedarían unos meses para marcharnos ya que al final resultó ser que nos mudaríamos en mayo y, en efecto, a la casa de la amiga de mi madre, esa casa es gigantesca y tiene de todo así que no nos faltará nada. Con las chicas les contamos a profesores y amigos que al fin nos habían aceptado y nos marcharíamos. Algunas amigas estaban tristes por nuestra partida pero también se alegraban muchísimo y nos daban la enhorabuena.

Los últimos meses pasaron rápido, entre las transacciones y todo el papeleo esos ajetreados meses por fin acabaron. Unos días antes del viaje nos despedimos de nuestros familiares prometiéndoles, eso si, escribirles cartas y llamarlos por teléfono. El día anterior al vuelo estuvimos muy ocupadas todas preparando las maletas y las cosas que íbamos a llevar, aun nos costaba un poco creernos lo que nos estaba pasando.
Y por fin estábamos a 14 de junio. Llegué al aeropuerto y, como no, fui la primera en llegar. Como vi que aun tardarían en llegar me senté en unos asientos a esperar mientras revisaba que en mi bolso de mano no me faltara nada.
Pasaron quince minutos y todavía seguían sin aparecer así que después de ojear un rato twitter me decanté por ir a una tiendecita de las del aeropuerto a comprar algo para entretenerme. Vi una tienda, algo parecido a una tienda de antigüedades y encontré algo que llamo mi atención, un libro, un libro muy parecido a los que leía mi madre cuando era joven de los que tengo encontrados muchos en cajas del desván. La dependienta me miraba con cariño y observaba cada paso que daba. Eché una ojeada a la contraportada  y me decidí a comprarlo, solo por curiosidad, quería saber la clase de aventuras que correría la joven protagonista. Me acerqué a la dependienta, una señora mayor, de sonrisa agradable tenía un cierto aire a esas ancianas de la biblioteca pero resultó ser muy afable.

-Buenos días. ¿Me podría decir cuánto vale?
-Claro hermosa, son 10 euros.
-Vaya, había jurado que era más caro. ¿Está usted segura?
-Si cielo, estoy segura de que a ti te cuesta eso.-esbozó una sonrisa.
-Bueno, gracias. Aquí tiene.-le tendí el dinero con una gran sonrisa.
-Buena suerte en ese viaje Melissa, vivirás grandes aventuras…-No pude evitar sentir como un escalofrío recorría mi espina dorsal, ¡Sabía cómo me llamaba!
-Disculpe pero… ¿Cómo sabe mi nombre?
-Me lo dijiste antes.
- ¿Yo? No, no me acuerdo…
-Y luego me dicen a mí que pierdo la cabeza por anciana…-suspiró.

No pude evitar sonreir y me alejé de la tienda sintiendo aun la mirada de la señora sobre mí, me había dejado algo confusa. Me volví a sentar en el sitio de antes y pronto llegó Noelia.

-¡Hola Meli!- gritaba ella agitando efusivamente su brazo derecho.
-Hola Noe, buenos (bostecé) días.- Era temprano y aun estábamos cansadas.
-¿Preparada para la mayor aventura de todas?
-Por supuesto. Mira, allí llegan Aya y Carlota.
-Hola chicas.-gritaron.
-Hola.
- ¿Y Lía?
-Aun no legó, ya sabes cómo es, para arreglarse tarda 3 horas.
-Si, pero quedo guapísima. Por una vez que llego medianamente pronto y ya estais protestando...
-¡Lía!-gritamos a lo unísono.
-Por una vez que llego pronto y ya estais protestando…

Todas reímos y pronto sonó el aviso de que nuestro vuelo iba a salir. Al principio del viaje no podía quitarme de la cabeza las palabras de aquella señora ‘’ Buena suerte en ese viaje Melissa, vivirás grandes aventuras…’’ De repente me acordé del libro y sacándolo del bolso comencé a leerlo…

Durante todo el viaje estuve inmersa en la lectura, me resultaba extrañamente familiar… Hablaba de unas amigas que hacían un viaje a Londres por estudios. Justo cuando iba a pasar la página para leer el capítulo del viaje Lía me interrumpió.

-¿Vamos a tener que coger un taxi hasta la casa?
- Vaya, me había olvidado de eso.
-¿Cómo?
-Nada, tranquila que tengo la dirección aquí anotada así que si, cuando lleguemos cogeremos un taxi.
-Vale, guay.
-Oye, ¿que lees?-me pregunto Aya.
-Un libro que compre en una tienda del aeropuerto.
-¿Como compras ahí? Fijo que te salió un dineral!
-Pues la verdad es que no, tan solo 10 euros.
-Solo, yo que pensaba que unos 30 o así...
-Yo también pensé que sería más caro pero la señora extrañamente me dijo '’estoy segura de que a ti solo te cuesta eso’' y después adivino mi nombre y todo... Sigo sin explicármelo.
-¿Y si era bruja?
-¡Boh! Noelia no digas chorradas.
-Bueno... ¿Y que tal es el libro? ¿Cómo se titula?
-"La aventura solo acaba de empezar" Es interesante y divertido... Cuando lo acabe te lo dejo leer si quieres.
-Vale.- sonrió.

Cuando bajamos llamamos a un taxi, de estos colectivos de 7 plazas, guardamos el equipaje y le dimos la dirección.

-Esto queda un poco lejos, les saldrá algo caro.
-¿A si? ¿Cuánto de caro?
-Pues más o menos unas 7 libras cada una.
-Bueno, al ser varias no parece tan caro.

El conductor sonrió y puso el coche en marcha.

-Ustedes no son de por aquí ¿no?
-No, lo cierto es que no, venimos de España para entrar en la universidad.
-¿Y están dentro?
-Por supuesto.-contestó Lía.
-Enhorabuena.
Tardamos unos veinte minutos en llegar el taxista aparcó delante de un gran portalón con un largo camino que de seguro llevaba hasta la casa.

-Es aquí jovencitas.
-Muchas gracias señor. Tome, aquí tiene, y perdone por las molestias.
-No fue nada.- sonrió.

Las cinco nos bajamos del coche con una gran sonrisa dibujada en nuestros rostros, cogimos las maletas y entramos por la puerta de la verja que escondía detrás una preciosa casa.

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