miércoles, 20 de marzo de 2013

Cap.11.-



Me acosté en mi cama con la vista puesta en el techo, aun después de tres minutos podía notar mis mejillas ardiendo y coloradas ¿Quién se cree que es para espiarme? A partir de ahora cerraré siempre las cortinas antes de ponerme a hacer nada. Cuando decidí dejar de pensar en aquel…prototipo estropeado de persona, me acerqué a la estantería decidida a buscar un libro con el que entretenerme, por mi cabeza pasó fugazmente la imagen de aquel que había comprado en el aeropuerto, cuando finalmente lo encontré volví a la cama para leerlo tranquilamente. Era un tanto extraño, no tenía nombres, tampoco mucha coherencia que digamos, pero aun así resultaba divertido. Supuestamente, la que parecía la protagonista discutiría con un personaje un tanto peculiar, una amiga suya estaría enamorada de dos chicos a la vez, otra sufriría un accidente mientras que a las dos restantes parecía que todo les iba perfecto. Poco a poco me iba venciendo el sueño, mis ojos comenzaron a cerrarse y pronto me quedé dormida, lo siguiente que recuerdo es un ruido infernal proveniente de la alarma de mi despertador. Lo apagué y bajé hacia la cocina para prepararme el desayuno.

-Buenos días chicas.-saludé estirándome.
-Buenos, apúrate a vestirte que hoy es la visita guiada en la universidad.- nos recordó Carlota.
-¿Era hoy? Yo que tenía planeado quedarme para pasar el día drmiendo…-se quejó Noelia.
-Tu siempre tan vaga Noni.- comentó Aya.
-Adivinad quien me acaba de llamar.- dijo Lía entrando por la puerta.- Alex, ¿y sabéis que mas?.-todas nos mirábamos extrañadas pero sonrientes.- ¡Hoy va con su hermano a la universidad, van a venir a la misma que nosotras!- todas sonreímos.
-¡Eso es genial!

Terminamos de desayunar y nos dispusimos a vestirnos para llegar a tiempo a la presentación, miramos las líneas de buses para saber que bus coger, menudo lío, “trabajaré mientras estudio para comprarme un maldito coche, así no se puede, o que me manden dinero mis padres, al menos la mitad, yo ya me estoy gastando el dinero de las becas en el resto” pensé. Cuando por fin bajamos del autobús y llegamos el lugar, estaba poblado de gente, parecía una manifestación, con estudiantes por cualquier parte descolocados.

-¡Melissa!-oí que gritaron detrás de mi, me giré y vi a Thomas venir corriendo.
-¡Tomas!- gritamos todas y fuimos corriendo a abrazarlo.
-¿Y yo no existo? Como siempre soy el excluído ¿no?
-¡Alex!- se acercó a nosotras y también nos abrazó.
- Hacía muchos años que no os veíamos.- dijo Aya.
-Si, ayer por la noche nos contaron estas marujas que os habían visto.- añadió Noelia.
-Si, todo gracias al porrazo de Melissa.- rieron por el comentario de Lía.
- No tiene gracia, me duele el culo.-puse pucheritos y Thomas me abrazo y me sacudió el pelo como a una niña pequeña.

Estuvimos conversando un rato mas hasta que un monitor nos llamo para enseñarnos el centro, por fuera la fachada era antigua pero por dentro era una universidad bastante moderna, por decir de algún modo. Recorrimos cada piso de esa enorme institución.


Al terminar toda la visita decidimos ir a tomar un helado con los chicos, como en los viejos tiempos.

-¿Así qué vais a estudiar aquí?
-Si.-contestamos todas felices al mismo tiempo.
-Será divertido, como en el cole.
-Si, pero esta vez no les podemos hacer nada a los profes.-suspiró Lía.
-Ya, como cuando le pegaste chicle en el peluquín al Sr. Lozano y al intentar quitarlo le quedó torcido ¿no?-comentó Alex
-¡Me había puesto un 0 en la redacción!
-¡No la habías entregado!
-Pero me podía haber dado otra oportunidad. Como cuando cortaste las flores del jardín al bedel y echaste sal para que luego no creciera nada, el te perdonó.
-Las flores eran para ti.
-¿Y la sal?- nos echamos a reír con la discusión que mantenían Alex y Lía.
-¿Que tenéis pensado hacer esta tarde?
-¡Noelia!-nos giramos todos a la vez y pudimos observar a un chico venir corriendo en nuestra dirección.-Oye...hoy... ¿te vienes a comer conmigo? Te lo debo...-el rubio se agachó apoyando las manos sobre sus rodillas, jadeante y con los mofletes colorados de la carrerita que se debió de echar.
-Pues la verdad...-Noe se nos quedó mirando, como esperando una respuesta por nuestra parte, rápidamente todas asentimos sonrientes.- ¡Vale! ¿A qué hora?
-¡Genial! ¿A las dos te parece buena hora? ¿Te paso a buscar a casa?
-Claro, como veas.- Niall sonrió y se despidió de ella acercándose para depositar un beso en su mejilla, lo que hizo que esta se sonrojara.

Después de estar un rato más con los chicos y hacer planes, nos despedimos para ir a casa. Al llegar Noelia corrió a encerrarse en su cuarto a prepararse para su "cita" tenía una hora para arreglarse y a veces resultaba estresante verla correr de un lado a otro, Carlota le arregló el pelo y Aya la maquilló.

-¿Que tal me veo?- preguntó saliendo por la puerta.
-Preciosa-comentó Niall quien acababa de llegar y la observaba apoyado en el marco de la puerta.
-Gracias.- comenzaron a subirle los colores a Noelia y agacho la cabeza tímidamente.
-¿Vamos? Tengo hambre.-dijo el frotándose la tripa.
-Claro.


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