No conseguía
pegar ojo, nuestros vecinos eran unos escandalosos, así que me volví a vestir,
cogí las llaves y fui a decirles unas cuantas cosas. Toqué timbre varias veces
hasta que por fin tres chicos me abrieron la puerta.
-¡¿Hay gente
que quiere dormir sabíais?!-grité cabreada. Delante de mí se encontraban tres
chicos guapísimos pero…con unas copas de más, uno tenía unos rizos preciosos,
el otro pelo negro, despeinado con barbita y el último tenía el pelo raro, pero
unos ojazos azul verdosos preciosos…
-Tu debes de
ser la bailarina.-dijo el último con una gran sonrisa.
-¡¿Qué?!
¿Pero qué dices? ¡Suéltame!
-¿No eres la
bailarina?-preguntó el de pelo negro.
-¡No! ¡Soy la
nueva vecina e intento descansar un poco, cosa que con vosotros montando tanto
barullo no puedo!
-Pues pasa y
diviértete con nosotros.
-¿Estás loco
rulitos?
- ¡Anda! ¡Te
divertirás!
-¡Seguro…mirad,
no me perdería una fiesta con vosotros, pero en ese estado de embriaguez no,
así que bajad el maldito volumen!
-¿Y si no
queremos que?-no hay nada que me ponga de mas mal humor que me reten, así que
me di media vuelta y me dirigí a la parte trasera de la casa.- ¿Ves? No puedes
hacer nada.-gritó el de los ojos azulados antes de cerrar la puerta.
Eso se vería,
me escabullí por la caseta de jardín hasta toparme con los fusibles.
-Que fácil me
lo ponen, haber quien ríe ahora.
Desconecté
los cables llevándome uno conmigo para que no lo pudieran arreglar, de repente
todas las luces de la casa se apagaron y ya no se oía nada, todo en silencio.
Excepto los gritos de desaprobación y desilusión de aquellos tres. Volví
corriendo a casa y me acosté de nuevo en la cama, ahora nada me impediría
descansar. Me desperté por la mañana a causa de unos ruidos en mi habitación.
-¡¿Pero qué
coño haces tú aquí?!- Uno de los chicos de anoche estaba en mi habitación, el
de los ojos bonitos…
-Buscar el
cable, anoche te vi salir de mi casa corriendo, como esta fue la única luz que
se encendió supuse que era tu habitación, me subí al árbol y entré por la
ventana.
-¡¿Y te
parece normal hacer eso?! ¡Ni siquiera sé quien eres!
-¿Y a ti te
parece normal robarme un cable? ¿Dónde lo tienes?
-Si me lo
parece, no te lo diré, primero te vas de mi casa, ya mismo.
-No primero
me dices donde está el cable.-se abalanzó sobre mi y comenzó a hacerme
cosquillas.
-¿Pero...que...crees…que…haces?-decía
entre risas.
-No pararé
hasta que me lo des.
-Vale…vale…está…bajo
la cama.-se agachó a buscarlo y aproveché para salir de ahí y abrí la ventana.-
¡Lárgate de mi habitación ahora mismo!
-¿Me estas
echando?
-Por
supuesto.
-¡¿Cómo a un
perro?!
-¿Qué
esperabas, que te invitara a tomar un café?
-No estaría
mal.
-Pues
olvídate de eso. Fuera, fuera.-dije empujándolo hacia la ventana.
-Antes dime
una cosa.
-¿Qué?
-¿A que te
gusto despertarte conmigo en tu habitación?-puse cara seria y lo seguí
empujando con más fuerza.- Vale, vale, está bien, ¿cómo te llamas?
-Melissa.
-Yo Louis ¿Mañana
me invitas a un café?
-¡Oh Dios!
Lárgate ya de aquí.-bajó por el árbol y se despidió con la mano y una sonrisa.
Estaba loco.
-Está bien,
te invitaré yo.-gritó antes de volver corriendo a su casa.
- Por fin te levantas.-dijo Lía.-hoy se te pegaron las sábanas.
- Es que no pude pegar ojo hasta tarde, los vecinos tenían montada una fiesta…Que por cierto eran guapísimos…
- Resultará ser que todos los chicos de aquí son guapos…¿Por qué no nos habremos mudado antes?-decía Aya.
- ¿Vamos a verlos? Así, presentándonos-preguntó Noelia.
- ¿Para qué?-preguntó Carlota.
- Bueno... ¿Y qué hacemos ahora?
- Vallamos a la piscina.
- ¡Si!
Al terminar de desayunar subimos a nuestros cuartos a ponernos los trajes de baño. Pasamos toda la mañana en la piscina, que bien se estaba ahí al sol, nadando.
- Bueno, ya va a ser la hora de comer, me ducharé y después... ¿preparo la comida?-pregunté.
- ¡Vale!-respondieron todas.
Subí hacia mi habitación a coger la ropa para bañarme, me desvestí y me puse el albornoz, cuando iba a abrir el grifo... ¡No salía el agua!
- ¡Chicas!-grité, pronto subieron todas corriendo.
- ¿Que paso? ¿A que vi no ese grito?-preguntó Lía.
- Es el agua, no corre... ¡no hay agua!
- Eso es imposible, esta mañana cuando preparé el desayuno si que había.-comentó Noelia.
- Pues ahora no hay... Miremos la llave.
Bajamos corriendo hasta la parte trasera de la casa para ver que pasaba...
- ¡Mierda, esto no funciona! ¡Está durísimo!
- ¿Sucede algo hermosas?- todas nos giramos a la vez y pudimos observar como 5 chicos, colgaban de la valla que separaba los jardines. Eran los tres chicos de ayer y dos más… Todas nos quedamos calladas, con los ojos abiertos de par en par.
- No funciona el agua y yo estaba a punto de ducharm... ¡Aah!-grité, me acababa de dar cuenta de que aun estaba en albornoz...
- ¡Melissa!- me golpeó Carlota.- ¿Podéis echarnos una mano?
Los chicos entraron por el portalón y se acercaron a nosotras y Louis probó a girar la llave.
- Volvemos a vernos preciosa.- uno le guiñó un ojo a Lía.
- ¡Zayn! ¡Apártate de mi baboso!
- Tu eres la chica que se perdió en la biblioteca ¿qué tal tu nariz?
- Si, soy yo, está muy bien Liam, gracias.-contestó Aya sonrojándose.
- Tienes el pelo precioso, ¿ves? te dije que ese champú era perfecto para ti.-dijo otro pasando una mano por la cabeza de Carlota.
- S..si, gracias Harry.
- Siento haberte dejado así el otro día, es que justo me llamaron.-se disculpó otro con Noelia.- podríamos arreglarlo... ¿te apetece venir un día a Nando's a comer conmigo?
-Claro Niall… me encantaría.- sonrió ella.
Ellos se presentaron al resto mientras esperábamos a ver si Louis conseguía algo con la maldita llave del agua.
- Esto no funciona...está durísimo.-rió.
- Es exactamente lo que acabo de decir...-mencioné.- así que si no vas a ser de más ayuda ya puedes irte...
- Vente a ducharte a nuestra casa.
- Ni muerta me meto en esa casa contigo dentro.
- Si, podéis venir a nuestra casa a ducharos el tiempo que lo requiséis. Hasta que venga un fontanero a arreglar la llave que está mal atornillada.-soltó Zayn.
- ¿Y tu como sabes eso?
- Emm...yo...lo...lo estoy viendo desde aquí.
Miré a las demás mientras ellas también lo hacían, era sospechoso... ni con vista de lince se veían bien los tornillos y eso que yo estaba al lado...
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