Cuando
Carlota y yo salimos de allí Noelia se dirigió corriendo hacia nosotras
corriendo.
-¿Qué pasa
Noe? ¿No podías esperar por tu café? –reía Carlota.
-Es
que…yo…acabo de... ¡Ay que me va a dar algo!
-¡Habla
Noelia por dios!-grité
- ¡Acabo de
conocer a un chico monísimo y súper amable!-soltó al final.
-Venga Noe…¿ya
empezamos? Seguro que será otro de tus romances pasajeros…
-De verdad,
es enserio, estaba haciendo el…bueno, el tonto y me caí y él me ayudó a
levantarme y me sonrió y…
-Vale, esto
es serio, ¿tienes fiebre cielo?-preguntó Carlota partiéndose de risa.
-No, lo digo
en serio, seguro que lo volveré a ver y aiii… (suspiró).
-Mejor
vámonos a casa antes de que la gente empiece a mirarnos raro…
-¡Jolín!-protestó
Noe.
-Vale Noelia,
cuando lleguemos te preparo uno de mis maravillosos tés y te duermes.- dijo
Carlota.
-¡Odio tus
tés!
Al llegar
Noelia les contó lo sucedido a Aya y Lía las cuales tenían la intención de no
reírse pero no podían aguantar las caras de Noelia. Comimos y después Noelia
aun un poco molesta se fue a dormir la siesta.
Mientras en la cocina…
Lía y Aya dejaron
la casa súper limpia y ordenada. Pronto llegó la compra y Carlota y yo las
ayudamos a guardarlo todo.
-¡Vaya! Se me
olvidó coger el champú.
-Aiii…Carlota
a ti siempre se te olvida algo.-dijo Lía.
-¡No es mi culpa!
Bueno, voy a comprarlo, vuelvo ahora.
*Narra Carlota*
Salí de casa
en dirección al super y al llegar me acerqué al pasillo de droguería, después
de seleccionar el champú perfecto me decanté por comprar de paso el
acondicionador.
-Vaya, ¿Cuál elijo?-susurré
pensando en voz alta.
Sentí que
alguien se acercaba detrás de mí.
-Yo que tu
elegiría este, va perfecto para tu pelo y además con aroma a lavanda. Si, este
en definitiva.-Me di la vuelta para ver quién era aquel chico de voz seductora
y sin querer solté ambos botes al suelo. ¡Dios! Que guapo era, ojos verdes,
sonrisa matadora y unos hoyuelos...- Oye, ¿estás bien?
-¿S...s... si?-tartamudeaba
como una loca, me empezaron a temblar las piernas. Me agache a recoger los
botes de acondicionador y el conmigo.
-¿Cómo te
llamas?
-Carl…Carlota.
-Encantado,
yo soy Harry.- le tendí la mano y una gran sonrisa se dibujó en su rostro.
Ambos
nos incorporamos sin apartar la mirada del otro colocando los botes en la
estantería. Hasta que me di media vuelta para irme.
-¡Espera!-me
gritó.-tu acondicionador.
-Ah si…casi
se me olvida. Gracias.
-De nada,
espera, ¿vives aquí cerca?
-Si.
-Pues espero
poder volver a verte algún día y ya me dirás que tal tu pelo.- sonrió y se fue.
Me quedé en
estado de shock durante algunos minutos más, pagué y pronto salí corriendo de
allí, viendo que Harry aun seguía por ahí fuera paseando.
Llegué
corriendo a casa, tenía que contarles a las chicas lo que había pasado.
-¡Adivinad!-grité
jadeante entrando por la puerta.
-¿Qué ha
pasado Loto?
-¡Me encontré
a un chico guapísimo en el supermercado!
- ¿Tu
también? Que suerte tenéis algunas…-dijo Lía.
- Era
guapísimo, tenía los ojos verdes, una sonrisa que… ¡Ay que sonrisa!
-¿Y como fue?
-Pues estaba
yo tan tranquila eligiendo el acondicionador que se me acercó por detrás y me
dijo que eligiera este.-sacando el bote de la bolsa.- con olor a lavanda, que
quedaría perfecto en mi pelo… Aii me derrito…
*Fin de la narración*
Todas
comenzamos a reírnos. El resto de la tarde la pasamos arreglando nuestras
habitaciones y decorándolas a nuestro gusto.
La de
Carlota:
La de Noelia:
La de Lía:
La de Aya:
Y la mía:
Después de
estar toda la tarde trabajando, cenamos la deliciosa comida que Aya preparó y
nos fuimos a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario