Eran las 9 de
la mañana de un Sábado 10 de de enero, como todos los Sábados salí a correr con
mi amiga Carlota por el paseo marítimo.
-¿Te llegó la
carta de matriculación en la universidad?-me preguntó ella.
-No aun no, ¿y
a ti? espero que llegue pronto y diga que nos han admitido.
-No, a mi
tampoco. Si, yo también lo espero.
-¿Te apetece
comer hoy en mi casa?-le pregunté.
-Vale, si no
es molestia…
-Ya sabes que
no. Avisa a tus padres.
-Y tú a los
tuyos.
- Mis padres
están fuera por negocios.-le recordé.-como siempre…
Llamó a su
madre y cuando le dio su aprobación fuimos camino de mi casa. Antes de entrar
miré en el buzón por si ya había llegado el correo. Saqué las cartas y me puse
a ojearlas a ver que eran.
-Anuncios,
facturas, recibos… ¿y esto?
-¿Qué es?
-No sé, aquí
pone: Bienvenidos.
Me quedé con
cara de poema al voltear la carta y ver escrito ‘’ Central Saint Martins College
of Art’’ Era la carta. La bendita carta que llevábamos tiempo esperando. Dios
mío, no cabíamos de la emoción, ambas empezamos a saltar como locas. En cuanto
nos calmamos un poco entramos en casa y llamamos a las demás chicas, les
dijimos que miraran el buzón de su casa y vinieran rápidamente para aquí,
mientras, Carlota también fue corriendo a casa a por su carta.
-¡Dios mío!
¿Es cierto? ¿Esto está pasando?-gritó Lía.
-¿Las abrimos
todas juntas?-añadió Noelia.
- Si.-Todas
nos pusimos a leer en voz alta.
"Enhorabuena,
ha sido aceptada en la prestigiosa universidad de Londres; Central Saint
Martins College of Art.
Ha sido muy afortunada al ser usted una de las pocas personas elegidas pero
claro, todo se debe a sus excelentes notas. Estaremos encantados de tenerla con
nosotros en septiembre empezando el curso, no obstante tendrá que mudarse
cuanto antes después de acabar sus estudios en España para mayor comodidad."
Un cordial saludo.
El director.
¡Todas, las
cinco! Fuimos seleccionadas, ¿nosotras?
-¡Viviremos
en Londres!-grité
¡Nos
mudaríamos! Iríamos a vivir a nuestra ciudad favorita durante 4 años y
estábamos muy emocionadas. Después de gritar como unas desesperadas invité a
las demás a comer, las cuales aceptaron encantadas.
-Tendremos
que buscar piso.-comentó Aya.
-De eso me
encargo yo.-dije.- Una amiga de mi madre tiene ahí una casa a la que no va
desde hace unos cuantos años, está en una zona rica y tendremos privilegios,
puedo hablar con ella para pedirle permiso.
-Melissa,
¿sabes que son 4 años no?
-Ya ¿y?
-Es mucho
tiempo y estaremos de ocupas en una casa que ni siquiera es nuestra.
-Tranquila
Lía, es la mejor amiga de mi madre, no creo que haya problema.
Terminamos de
comer y después de recoger un poco las chicas decidieron marcharse a casa para
darles las buenas noticias a sus padres.
No puedo creermelo, ojalá que yo también tuviera la suerte que tuvieron ellas al ser escogidas, voy a leer el capítulo 3.
ResponderEliminarUn beso Meli.